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España vivió durante la primera década del siglo XXI su periodo más intenso en el sector inmobiliario. La construcción era la principal industrial del país, pero como todos sabemos, eso se fue al traste con la explosión de la burbuja inmobiliaria.
Con la llegada de la crisis, la construcción, venta y alquiler de viviendas cayó en picado, como también lo hizo el sector industrial. Muchas empresas se vieron obligadas a cerrar y otras redujeron sus instalaciones.
Una de las consecuencias de este fenómeno es que muchas naves quedaron desiertas y bastantes polígonos industriales en toda España comenzaron a funcionar a medio gas. Las grandes ciudades vieron cómo esta actividad económica se mermaba en menor proporción que otras áreas en desarrollo, pero también lo sufrieron en alguna medida.
Una década después de este fenómeno, con la crisis económica aparentemente superada, y según muchos expertos, con la amenaza de una nueva recesión en camino, las naves y polígonos industriales están viviendo una segunda vida, y en gran medida se debe al auge del comercio electrónico.
El comercio electrónico como impulsor de los espacios industriales
Tras unos años de recesión y crisis económica, España ha ido progresivamente reduciendo sus índices de desempleo. Las cifras actuales de paro se asemejan a las que existían hace aproximadamente una década, y si bien la calidad de los empleos se ha reducido a niveles generales, el total de empleos va por buen camino.
En esta década se ha producido también una auténtica revolución, la del comercio electrónico y las nuevas tecnologías. En 2018, el ecommerce español se quedó a las puertas de alcanzar los 40.000 millones de euros y se espera que para este presente 2019 la cifra total sea superior a los 50.000.
Muchos emprendedores ven en el comercio electrónico una oportunidad de crear un negocio y crecer sin necesidad de realizar altas inversiones. Una vez alcanzan el éxito, cuando ya alcanzan cierto nivel de volumen, sí precisan grandes espacios para almacenar su stock. Y es ahí donde aparece de nuevo este resurgir de las naves industriales.
En España, Cataluña encabeza la lista de comunidades autónomas con mayor número de polígonos industriales, con más de 1.400 instalaciones de este tipo. Tras Cataluña, la Comunidad de Madrid es el segundo foco industrial del país.
Las naves industriales y el ecommerce
Con el crecimiento del comercio electrónico, las naves en madrid han crecido de manera significativa en los últimos años. Por lo general, las instalaciones de este tipo más adecuadas para el comercio electrónico suelen ser de gran tamaño.
El gran gigante del comercio electrónico, Amazon, tiene en Madrid algunas de sus sedes logísticas y comerciales más importantes de España. Antes de la apertura de su centro en Illescas (Toledo), su sede logística en San Fernando de Henares era la más extensa dela compañía.
Así mismo, esta compañía está también presente en Getafe, Alcobendas y Madrid capital. Fuera de la Comunidad de Madrid, esta empresa tiene almacenes y sedes en las provincias de Barcelona, Sevilla, Valencia y Vizcaya.
El espacio industrial de Amazon en Illescas, el más grande del país con 200.000 metros cuadrados de actividad, responde a una de las ideas clave de los polígonos industriales, situarlos en el entorno de grandes ciudades, bien comunicados.
La idea no es otra que revitalizar la actividad económica de áreas que pueden haber quedado deprimidas con la crisis económica y en las que se potencian también labores de reformas de locales comerciales, con el fin de acomodar esos espacios a negocios logísticos.
Las áreas cercanas a las grandes ciudades son las que registran mayor demanda
El crecimiento en el alquiler, compra y construcción de naves industriales, una tipología de activos que comercializa la sociedad pública Sareb, ha sido progresivo desde mediados de esta década, justo cuando se comenzó a hablar de crecimiento y recuperación económica.
Si bien la situación no ha sido homogénea en todo el país, el impulso de la actividad industrial y logística se ha notado especialmente en zonas como Madrid y Barcelona, así como en áreas cercanas a puntos y nodos de comunicaciones: Sevilla y Valencia, que han mejorado su actividad desde el año 2016.
La necesaria modernización de los polígonos industriales en España
A pesar de todo este fenómeno de crecimiento e impulso de la actividad comercial e industrial, se calcula que en España existen entre 5.000 y 6.000 concentraciones industriales. La mayoría de ellas pertenecen a pequeñas empresas de menos de 40 trabajadores.
Los accesos a esas concentraciones industriales de baja o moderada intensidad no son cómodos, las aceras están en mal estado, la iluminación no es adecuada y la señalética no es la apropiada. Estas construcciones, además, no son muy eficientes energéticamente, pues muchas de ellas tuvieron su auge durante las décadas de los 60 y los 70.
Para poner solución a esta situación, la Coordinadora Española de Polígonos Empresariales (CEPE), una entidad que agrupa federaciones y asociaciones de áreas empresariales, ha creado una “marca de calidad” certificada por Aenor que tiene por objetivo otorgar un sello a quienes cumplan determinados criterios y servir como incentivo para aquellos que no los cumplan.
El objetivo es impulsar las áreas industriales en España y que este desarrollo llegue a todos los territorios, no solo a las zonas más atractivas como pueden ser las cercanías a las grandes ciudades y las áreas mejor conectadas, que normalmente son conquistadas por las grandes empresas.
